Colocar una planta en el lugar correcto no solo tiene que ver con la decoración del hogar. Elegir el espacio adecuado es fundamental para que la planta crezca, se mantenga verde, florezca si corresponde y no desarrolle enfermedades. Una planta que no recibe la luz, temperatura o humedad que necesita difícilmente prosperará, sin importar cuánto la riegues o fertilices. En este artículo, te enseñaremos cómo identificar el lugar perfecto para cada tipo de planta en interiores.
El factor más importante a la hora de ubicar una planta es la luz. Todas las plantas necesitan luz para hacer la fotosíntesis, aunque no todas requieren la misma intensidad. Algunas necesitan luz directa durante varias horas al día, mientras que otras se desarrollan mejor con luz difusa o incluso sombra parcial.
Observa cómo entra la luz natural en tu hogar. Las ventanas orientadas al sur (en el hemisferio norte) o al norte (en el hemisferio sur) suelen recibir más horas de sol directo. Las orientadas al este reciben sol suave por la mañana y las del oeste sol fuerte por la tarde. Este dato es útil para decidir qué tipo de planta colocar en cada zona.
Las suculentas, los cactus, el aloe vera o las plantas aromáticas como la albahaca o el romero, necesitan luz directa durante varias horas al día. Estas plantas son ideales para colocar cerca de ventanas muy iluminadas o balcones cerrados donde el sol entra con intensidad.
Las plantas de follaje verde, como el potus, la zamioculca, la sansevieria o la calathea, prefieren luz indirecta brillante. Puedes colocarlas a un metro o dos de una ventana, o detrás de una cortina translúcida. Si reciben sol directo, sus hojas pueden quemarse o perder color.
Algunas plantas toleran muy poca luz y son perfectas para ambientes con sombra, como baños con ventanas pequeñas o pasillos con luz tenue. La espada de San Jorge, el espatifilo y ciertos helechos se adaptan muy bien a estas condiciones, aunque crecerán más lentamente.
Es importante también observar la circulación del aire. Las plantas no deben estar expuestas a corrientes de aire constantes, como las que provienen de ventiladores, aire acondicionado o ventanas mal selladas. Tampoco deben colocarse directamente frente a radiadores o estufas, ya que el aire caliente y seco puede dañar sus hojas.
La temperatura también influye en la elección del lugar. La mayoría de las plantas de interior prosperan entre 18 °C y 26 °C. Evita los extremos: temperaturas muy frías o muy calientes estresan a las plantas y pueden hacer que dejen de crecer o incluso mueran. Si colocas plantas en una terraza cerrada o galería, verifica que no bajen demasiado las temperaturas en invierno ni suban mucho en verano.
La humedad ambiental es otro factor a considerar, especialmente si tienes plantas tropicales. En ambientes muy secos, las hojas pueden secarse en las puntas o enrollarse. Algunas plantas ideales para zonas húmedas como baños son el helecho nido de ave, el anturio y la calathea. En cambio, cactus y suculentas prefieren lugares más secos y ventilados.
No coloques plantas muy cerca unas de otras en espacios cerrados. Aunque es útil agruparlas para mantener la humedad, deben tener espacio suficiente para que circule el aire entre sus hojas. Esto previene la aparición de hongos y ayuda a mantenerlas sanas.
Otro consejo útil es girar las macetas cada semana o cada dos semanas. Así te aseguras de que todos los lados de la planta reciban luz de manera pareja. Esto es especialmente importante en plantas con crecimiento vertical como la drácena o la monstera.
Aprovecha las características únicas de cada ambiente. Por ejemplo, en la cocina puedes colocar plantas aromáticas como menta, orégano o tomillo, que además de decorar, puedes usar en tus comidas. En el baño, elige plantas que toleren vapor y humedad. En la sala o sala de estar, opta por plantas de gran porte como la costilla de Adán o la palma de salón.
La elección del lugar también depende del tipo de maceta y del peso de la planta. Si la planta es alta y pesada, colócala en el suelo con una maceta firme. Si es pequeña, puedes usar repisas, maceteros colgantes o estanterías con buena iluminación.
Si no tienes buena luz natural en casa, puedes usar luz artificial. Las lámparas LED de espectro completo son una excelente opción. Solo debes colocarlas a una distancia adecuada y encenderlas entre 8 y 14 horas al día, según el tipo de planta.
Por último, recuerda observar constantemente. Si una planta pierde color, deja de crecer, se inclina hacia la ventana o sus hojas cambian de forma, es posible que necesite un nuevo lugar. No temas mover tus plantas hasta encontrar el sitio donde se sientan cómodas.
Ubicar correctamente tus plantas hará una gran diferencia en su salud y aspecto. No se trata solo de estética, sino de brindarles el entorno adecuado para que puedan desarrollarse con fuerza, belleza y vitalidad. Y cuando encuentres el lugar ideal para cada una, verás cómo te lo agradecen con hojas más verdes, crecimiento constante y hasta floraciones inesperadas.