Cómo Cuidar tus Plantas Durante el Invierno

El invierno es una de las estaciones más desafiantes para las plantas de interior. La disminución de la luz solar, las bajas temperaturas y los cambios de humedad pueden afectar su crecimiento, provocar caída de hojas o incluso causar la muerte si no se toman precauciones. Pero con algunos ajustes simples en los cuidados, es totalmente posible mantener tus plantas saludables durante los meses fríos. En este artículo aprenderás cómo proteger y cuidar tus plantas en casa durante el invierno.

Durante el invierno, la cantidad de luz solar disminuye significativamente y los días son más cortos. Esto puede provocar un crecimiento más lento o incluso una pausa total en la actividad de la planta, un proceso natural llamado dormancia.

Qué hacer:

  • Coloca tus plantas cerca de las ventanas más luminosas (orientadas al norte o al este si estás en el hemisferio sur, al sur o al oeste si estás en el hemisferio norte).
  • Limpia los vidrios de las ventanas para permitir el máximo paso de luz.
  • Gira las macetas una vez por semana para que todas las partes de la planta reciban luz.
  • Si es necesario, complementa con luz artificial, especialmente para plantas tropicales que necesitan muchas horas de luz.

La calefacción y el clima frío resecan el aire, lo que puede afectar negativamente las hojas de muchas plantas, sobre todo las tropicales que necesitan humedad alta.

Cómo mantener la humedad:

  • Usa un humidificador cerca de tus plantas.
  • Agrupa varias plantas juntas para crear un microclima más húmedo.
  • Coloca recipientes con agua cerca de las macetas.
  • Rocia las hojas con agua (pulverización) si la especie lo tolera.

Evita colocar las plantas cerca de calefactores, estufas o radiadores, ya que el calor seco daña las hojas y puede causar deshidratación rápida.

Las plantas necesitan menos agua en invierno debido a que crecen más lentamente y la evaporación es menor.

Consejos para el riego:

  • Revisa siempre el sustrato antes de regar. Introduce un dedo en la tierra; si aún está húmeda, espera unos días más.
  • Evita encharcar, ya que el exceso de agua en invierno puede provocar pudrición de raíces.
  • Riega por la mañana para que el exceso de humedad se evapore durante el día.

Usa agua a temperatura ambiente para no causar shock térmico en las raíces.

Durante el invierno, las plantas entran en una fase de reposo o crecimiento mínimo, por lo que no necesitan fertilizantes.

Qué debes hacer:

  • Suspende la fertilización desde mediados del otoño hasta el inicio de la primavera.
  • Si fertilizas, usa dosis mínimas y espaciadas solo en plantas que sigan activas (como algunas suculentas).
  • Retoma la fertilización solo cuando notes brotes nuevos.

En esta época, las plantas son más sensibles, por lo que no es recomendable hacer podas drásticas o trasplantes innecesarios.

Excepciones:

  • Puedes quitar hojas secas o amarillas para evitar enfermedades.
  • Solo trasplanta si es urgente (raíz podrida, plaga severa, sustrato en mal estado).
  • Espera a la primavera para hacer divisiones o cambiar de maceta.

Revisa tus plantas semanalmente para detectar señales de estrés o problemas como:

  • Puntas de hojas marrones (puede indicar falta de humedad).
  • Hojas caídas o amarillas (cuidado con exceso de agua o falta de luz).
  • Presencia de plagas como cochinillas o arañas rojas, que aprovechan ambientes secos y cálidos.

Usa tratamientos suaves y naturales si detectas alguna plaga, y mejora las condiciones ambientales para prevenir nuevos ataques.

El invierno también puede ser una oportunidad para reorganizar tu colección de plantas. Aprovecha para:

  • Cambiar de lugar plantas que necesiten más luz.
  • Agrupar especies similares en cuanto a cuidados.
  • Observar su evolución y tomar notas para la primavera.

También puedes aprovechar el tiempo para leer, aprender más sobre jardinería o planificar nuevas adquisiciones para la siguiente temporada.

Con pequeños cambios y más observación, tus plantas pueden pasar el invierno sin dificultades. La clave está en adaptar los cuidados al ritmo lento del frío, brindando protección, luz suficiente y humedad equilibrada. Al final del invierno, muchas volverán a brotar con fuerza y agradecerán tu atención con hojas nuevas y flores en primavera.

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